PROCESO DE SEPARACIÓN
El agua residual entra dentro del separador de grasas, todavía caliente, directamente del fregadero, la lavadora o el lavavajillas, donde se quedará el tiempo necesario para enfriarse y liberar las grasas disueltas. Debido a su baja densidad, estas grasas suben hacia la superficie del tanque, donde quedan retenidas. El agua se evacua hasta la parte inferior del separador, para poder recoger las aguas tratadas en el momento en que la presencia de grasas sea prácticamente inexistente.
Se recomienda instalar el separador de grasas lo más cerca posible de la cocina, para que el agua no se enfríe y pueda liberar las grasas.
El mantenimiento del separador debe realizarse 3 o 4 veces al año, retirando la capa de grasas acumuladas en la superficie. Los lodos retenidos en la parte inferior se deben sacar una vez al año.
Hay que instalar el separador de grasas antes de la fosa séptica + filtro biológico, o de una depuradora de aireación prolongada u oxidación total y también anterior al vertido al alcantarillado, cuando la actividad realizada origina un gran porcentaje de grasas disueltas en el agua de vertido.
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Los separadores de grasas están fabricados según la normativa DIN 4040 y permiten retener y almacenar aceites, grasas, jabones y otras sustancias contaminantes de densidad inferior a la del agua, procedentes de cocinas colectivas de restaurantes, hoteles, industrias alimentarias, lavanderías y otros establecimientos que produzcan agua de vertido que contenga un alto porcentaje de materias oleaginosas y detergentes.
Estos compuestos actúan como agentes inhibidores del proceso biológico en depuradoras biológicas de oxidación total o fangos activados y en depuradoras tipo fosa séptica con filtro biológico.